Otra vez, como hace muchos años, llegó la Feria. En esta ocasión algo más tarde de lo habitual. La Feria cruzando el mes de abril cantando se metió en mayo.
Feria de buen tiempo y de calores, pero igual que siempre llena de contrastes y colores.
Otra Feria, otro año más...
El del sombrero de cartón, las tablillas de regalo, el anillito, la peseta de turrón y, el de los recuerdos siempre vivos en la memoria, volvió a pisar el albero, recorrió las calles bajo un paraguas de luz y la mirada curiosa de los farolillos.
En compañía de buenos amigos fueron pasando las jornadas festivas de este mayo en Feria.
Sólo me queda esperar que pasen los días, los meses y poder disfrutar nuevamente cuando una sevillana, quizás antigua y por eso más sentida, me levante de mi silla invitándome a marcarme unos pasos en el tablao,rodeados de buena gente.
